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ACTIU Berbegal y Formas, S.A.
La nueva vuelta al trabajo

La nueva vuelta al trabajo

SEPTIEMBRE 2020 | 5 minutos

Tras un atípico verano, septiembre llega con la vuelta a la actividad de muchas empresas. Nuevos modelos laborales, como el teletrabajo o el trabajo en remoto, y soluciones espaciales flexibles, con mobiliario versátil, paneles separadores, mamparas de protección, materiales antibacterianos y nuevas herramientas tecnológicas, han llegado para quedarse. Pero, ¿estamos realmente preparados para esta nueva realidad?

Muchas compañías se preguntan si es mejor rediseñar su espacio de trabajo en función de los nuevos parámetros de densidad, distancia e higiene, o trasladarse a uno nuevo. Analizar objetivos y conocer las necesidades de sus trabajadores es fundamental para las empresas que, frente al problema global de la Covid-19, requieren de una solución personalizada y  herramientas que se adapten fácilmente al cambio.

El rediseño e incluso ampliación del espacio de trabajo para cumplir las nuevas distancias de seguridad, y el establecimiento de un calendario de movimientos y actuaciones, son algunas de las nuevas medidas a adoptar. Además de la definición de un protocolo de actuación y medidas que determinen qué tipo de actividades pueden hacerse en remoto y cuáles no, la inversión y formación de los equipos en el trabajo no presencial, y una implementación tecnológica que mejore la productividad, comunicación, coordinación y colaboración entre trabajadores.

Distanciamiento físico entre puestos de trabajo, control del aforo en zonas de reunión y socialización, incorporación de barreras físicas, organización de las circulaciones, estrictas medidas de limpieza e higiene, y una fuerte apuesta por la digitalización y la implementación de soluciones automatizadas son algunas de las medidas que las empresas están ya tomando para garantizar una vuelta segura al espacio de trabajo. La reducción de las reuniones externas y los viajes, hace que desde hace tiempo sea necesario contar con más y mejores medios para mantener encuentros virtuales.

En un país como España, donde según el estudio 'El Teletrabajo en España' elaborado por el Banco de España, en 2019 sólo el 8,3% de los empleados trabajaba ocasionalmente desde casa, esta nueva situación supone todo un reto. Mucho más que un cambio de localización de los trabajadores, esta transformación requiere de un profundo análisis de las necesidades y procesos a adoptar por cada empresa. Sólo conociendo sus fortalezas y debilidades, éstas serán capaces de definir espacios seguros y saludables, que potencien la productividad y el bienestar de quienes trabajan tanto presencialmente como en remoto.

La Covid-19 ha venido acompañada de un cambio de paradigma en el modelo laboral que hará que nada vuelva a ser como antes, donde el trabajo en remoto permanecerá como aliado de la actividad presencial. Mientras tanto, algunas empresas ofrecen ubicaciones satélites desde donde trabajar en remoto, como alternativa a un teletrabajo insostenible para algunos, ya sea por su situación familiar, por falta de espacio o por no contar con un equipamiento adecuado que cumpla las normativas europeas. La reducción de la socialización y la pérdida del ahora tan valorado sentimiento de comunidad, la desaparición de los límites entre la vida profesional y la personal, o el no poder contar con el mobiliario ni la tecnología adecuados, hace que muchos sigan prefiriendo acudir a la oficina a trabajar en casa.

Estos meses de teletrabajo 'obligado' han demostrado la necesidad de contar con unas estrategias claras y definidas, y normativa que lo regule. Cada caso es distinto, y para evaluar el trabajo en remoto es importante tener en cuenta las tareas a realizar por cada equipo o trabajador, así como los recursos de cada uno de ellos. Mientras que en la oficina, todos los empleados cuentan con los espacios y herramientas necesarios para ejercer su tarea, no ocurre lo mismo con el home office, donde las condiciones varían considerablemente. Únicamente garantizando los estándares adecuados de seguridad, iluminación, acústica y ergonomía en las oficinas domésticas, éstas lograrán incrementar la productividad y el bienestar de sus empleados.

Si algo está dejando claro esta situación de incertidumbre es la necesidad de reinventar el entorno laboral de una forma completamente distinta a cómo se conocía hasta hace unos meses. Replantear el papel del espacio de trabajo tradicional y lograr un equilibrio entre la actividad presencial y en remoto puede hacer que muchas empresas regresen 'mejoradas'. Para lograrlo, es imprescindible ofrecer un ecosistema de espacios flexibles, que permita a los empleados trabajar desde la oficina, el home office o en espacios satélites. En hoteles, aeropuertos, restaurantes o zonas exteriores, estos últimos ofrecen una alternativa que combina vida, disfrute y trabajo, donde se facilita la colaboración, la socialización y el aprendizaje.

Fusionar lo digital y lo físico, a través de mobiliario con tecnología incorporada o plataformas IoT con la sensorización de puestos de trabajo en la que Actiu ya viene trabajando para optimizar los espacios de trabajo, reducir su impacto medioambiental y mejorar el bienestar de las personas que los ocupan, es otra de las medidas que las empresas pueden adoptar para crear un espacio de trabajo productivo y seguro. Todas las inversiones que las compañías hagan ahora en sus espacios y trabajadores suponen una apuesta por un futuro cada vez más incierto y versátil, para el que todos debemos estar preparados.