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ACTIU Berbegal y Formas, S.A.
Lo mejor de haber aprendido a trabajar solos

Lo mejor de haber aprendido a trabajar solos

MAYO 2020 | 6 minutos

“Casi todas las cosas buenas que suceden en el mundo nacen de una actitud de aprecio por los demás” (Dalai Lama).

Ciertas cosas se habían dado por sentadas. Acudir al puesto de trabajo, compartir un café con los compañeros, comer con la familia, quedar con los amigos, disfrutar del aire libre y de la salud… Pero la situación excepcional que estamos viviendo ha puesto nuestro mundo patas arriba, ha obligado a frenar, a repensar y a reorganizar. A apreciar más las relaciones humanas y profesionales y todo lo que se consigue y aporta cuando estamos juntos.

Las nuevas tecnologías y herramientas han facilitado el trabajo remoto, pero también han dejado patente lo enriquecedor de las relaciones interpersonales, de la creatividad que nace de la convivencia y del talento compartido. De hecho, según un estudio realizado por Actiu entre 400 profesionales de múltiples perfiles el 56% de los encuestados echan de menos a sus compañeros y un 33%, los momentos de desconexión que se comparten en la oficina.

Actiu lanza ahora #BackForGood, una campaña que busca dar la voz a su equipo, a sus colaboradores, a sus clientes. Para reflexionar sobre el potencial del talento, cuando se pone en común, y de la importancia del tiempo y del espacio que comparte un mismo equipo. El trabajo puede ser virtual, pero las personas no lo son y es de la colaboración entre equipos de donde nacen las mejores ideas.

“El teletrabajo siempre ha sido algo complementario pero cuando, llega el momento de la verdad, la magia del directo es insustituible, igual que ocurre con la música. Echo de menos los momentos informales, trabajar los proyectos de pie al lado de cafetera.”, afirma la directora ejecutiva de la agencia Gettingbetter, Lucía de la Vega.

“En comunicación, diría que un 20% es verbal y el 80% es no verbal, es corporal. Nace de mirar a los ojos, de estar en presencia del otro y eso se ha perdido”, recalca Lorena Mussa de Estudio Arquitectura (Chile).

Y el auge de teletrabajo, ha obligado a cambiar metodologías, procesos y dinámicas.

“La configuración de nuestro estudio se ha basado en un enfoque multidisciplinar y en el trabajo de perfiles diferentes. Echo en falta los momentos de interacción con el resto de compañeros. Estoy descubriendo herramientas digitales que nos permiten seguir teletrabajando y que, en cierto modo, la cohesión del equipo se mantenga, aunque no es lo mismo”, señala el director creativo de Odosdesign.

En esta línea Carolina Benavent, ejecutiva de cuentas de Intermundo, subraya que “No tener a los compañeros cerca, no poder verte cara a cara es una desventaja. Es fundamental el tú a tú. Te ayuda a sacar ideas para el trabajo. En el teletrabajo estás tú solo, delante del ordenador y tienes el apoyo virtual de los compañeros, pero en nada se asemeja al contacto diario.”.

Alejandra Martínez Boluda, directora de BICG – especialista en formas de trabajo y workspace, asegura: “Para mí el trabajo en equipo es clave. Creo en la inteligencia colectiva y, por lo tanto, creo en ese intercambio de conocimiento para crear mejores soluciones”.

Esa reflexión sobre la importancia del contacto con los compañeros se traslada, así mismo, al del espacio en el que se trabaja ahora desde casa. De hecho, según la encuesta de Actiu, el 32% de los participantes carece de un espacio y del mobiliario adecuado para trabajar.

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“El home office se ha vuelto más importante para todos nosotros. Pero, ¿nos estamos equipando con lo que necesitamos para poder trabajar durante momentos de crisis? Todos nos hemos dado cuenta de que tenemos deficiencias en cuanto a equipamientos si, por ejemplo, estamos trabajando en la mesa del comedor. Repensaremos cómo definimos los espacios de la casa”, sostiene el director ejecutivo de AB Modern, Adam Branscum.

Además, el entorno compartido por todo el equipo cobra una mayor relevancia no sólo desde el punto de vista de la eficiencia y el confort sino, sobre todo, desde la óptica emocional.

“El espacio de trabajo va cobrando valor por las experiencias que se viven en él. Es el espacio donde dibujaste un proyecto especial, donde nació una idea, donde firmamos un acuerdo. Y es esencial para poder comprender una expresión facial, la postura de la gente. Con el tiempo, la falta de contacto personal nos puede convertir en una sociedad con una enorme falta de capacidad social para relacionarnos con los demás”, según Gerardo Broissin de Broissin Arquitectos.

Rafa de Ramón, CEO de Utopicus, sostiene que “En casa se está muy a gusto, pero las casas no están preparadas para trabajar. Sin lugar a dudas, hay cosas del trabajo en equipo que no se pueden hacer a través de una videollamada. Se echa de menos la conversación tonta del pasillo. Que volvamos a trabajar en espacios físicos de persona es necesario”.

“Nos estamos dando cuenta de que cuando eres capaz de colaborar y de encontrarte, se generan una serie de cosas que no se pueden lograr a través de una cámara con el teletrabajo. Estar cerca de las personas y poder improvisar hace que el espacio sea una herramienta fundamental y hoy, aunque trabajamos en equipo, nos estamos perdiendo muchísimas cosas porque el espacio físico no nos acompaña”, según Leyre Octavio, directora ejecutiva de Savills.

Así, la experiencia del trabajo a distancia ayudará a reflexionar sobre las dinámicas y a repensar los espacios compartidos.

El director de ventas del Pacific Northwest de EE. UU. de Design Public Group, Zach Matheson, comenta: “Creo que el teletrabajo se mantendrá en el tiempo. Creo que mucha gente se está acostumbrando a trabajar con múltiples entornos virtuales”. De hecho, según el estudio de Actiu, el 73% de las personas encuestadas desean volver a la oficina, pero teletrabajar un día a la semana. Pero, además, los entornos compartidos deberán asegurar las personas “se sientan seguras”, manteniendo una distancia de dos metros y potenciando la higiene y la limpieza.

En ese sentido, la crisis se perfila como una oportunidad para hacer las cosas aún mejor.

“Tenemos que crear un proyecto empresarial adaptado a esta situación. Una de las últimas crisis a la que nos hemos enfrentado en Actiu fue la crisis económica, que coincidió con el desarrollo del Parque Tecnológico y su inauguración. Parecía que aquello era terrible, era el momento en que no podríamos recuperarnos y lo que hicimos fue fortalecernos y generar nuevas expectativas. Queremos que este proyecto siga avanzando en la línea de la innovación, aportar soluciones para que la gente sea más feliz y operativa”, afirma el presidente y fundador de Actiu, Vicente Berbegal.

Las puertas de Actiu volverán a llenarse de nuevo con todas las personas que hacen posible cada día que la compañía crezca. Los compañeros volverán a conectar y a crear ese entorno donde surgen las mejores ideas y la creatividad se multiplica. Todo volverá a ser como antes y diferente a la vez: la seguridad será primordial y los espacios tendrán que adaptarse para garantizar el bienestar de los trabajadores sin limitar sus relaciones. La vida volverá a su cauce, pero sumará todos los aprendizajes que deja esta crisis para ser aún mejores. #BackForGood.