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ACTIU Berbegal y Formas, S.A.
Repensando las aulas: más eficientes y más funcionales

Repensando las aulas: más eficientes y más funcionales

MARZO 2019 | 4 minutos

El aprendizaje depende de muchas variables y la forma en que educamos hoy ha evolucionado respecto a hace sólo unos pocos años atrás. Existen necesidades educativas distintas, convergen demandas sociales diferentes (integración, cuidado medioambiental, cooperación…), a lo que hay que sumar la irrupción de las nuevas tecnologías y la digitalización.

Sabemos, gracias al avance de las investigaciones en neurociencia, que el proceso de aprendizaje se inicia por la experiencia sensorial y que la emoción juega un papel muy importante. Se ha comprobado que aquellos espacios que generan un ambiente de armonía e inspirador estimulan la atención y la concentración impactando directamente en los resultados del aprendizaje.

En este sentido, destaca el concepto del tercer educador, que desarrolló el maestro y pedagogo Loris Malaguzzi. A través de él, se demuestra cómo el diseño de un espacio educativo influye en el proceso de aprendizaje. Por tanto, la tendencia actual es la de diseñar nuevos espacios de educativos que buscan establecer un nuevo diálogo con el entorno, construir espacios que acompañen a los procesos de cambio en la enseñanza de los centros actuales. No existe un diseño único, acertado y que garantice un mejor aprendizaje de los alumnos, por ello cada centro debe generar aquellos espacios que respondan a su identidad y a las necesidades de su comunidad.

Espacios educativos en lugar de aulas 

El futuro (que ya es presente) pasa por entornos flexibles que permitan agrupaciones múltiples, distintos usos y la aplicación de metodologías variadas. Avanzamos hacia el fin del concepto ‘aula’ como un compartimento estanco. La clase de Informática, de Música, de Plástica o el Salón de Actos que se usa una vez al trimestre para la función de teatro, perderán el sentido de un único uso para integrarse como un todo en el espacio educativo, en el que se incluyen, además, los pasillos y otras zonas comunes que dejan de ser lugares de paso para convertirse espacios donde trabajar en grupo, donde leer, compartir o descansar.

La sociedad y los estudiantes no sólo han incorporado nuevos usos de tecnología digital, sino que avanzan hacia nuevas formas de comunicarse y nuevos modelos de trabajo colaborativo.

Y así lo recoge un estudio de la Universidad de Salford: el entorno físico donde se desarrolla el aprendizaje puede variar el rendimiento de los alumnos hasta un 25%. En el estudio se investigó el desarrollo de varios grupos de alumnos teniendo en cuenta distintos parámetros de diseño de sus aulas y centros educativos como la orientación del aula, la cantidad de luz natural, el ruido, la temperatura, la flexibilidad de los espacios, el color o la calidad del aire. Aspectos que resultaron ser determinantes y que concluyen que los espacios educativos juegan un papel destacado en el aprendizaje de los alumnos.

De ahí que se haya presentado como indispensable una reflexión y debate en torno a la arquitectura educativa a la hora de pensar en los retos y cambios educativos que nos plantea el presente de las aulas. Más que una moda, es una necesidad.

La organización del aula ya no es pues una cuestión estética, ni tan solo meramente práctica o funcional. La forma en la que se distribuyen las mesas condiciona completamente el tipo de relación que se establece entre profesionales y alumnos, entre los mismos estudiantes, y entre ellos y el aprendizaje. Dependerá, pues, de la metodología didáctica que se use, pero también de la jerarquía relacional y social que se persiga la forma en que deberá estar distribuido el mobiliario en el aula.

En este sentido, mesas como Talent , ofrecen una solución a las necesidades que surgen en los espacios educativos. Es abatible, elevable y móvil, aportando una gran versatilidad a los espacios multiusos, y especialmente, a las áreas de formación.

Las sillas ergonómicas garantizan también los requisitos de un ambiente de aprendizaje óptimo; funcionalidad, flexibilidad, cuidado de la salud física y postural como la nueva silla Whass, de estética natural, compacta y de líneas sinuosas que se ha diseñado para un uso intensivo en espacios flexibles. 

El espacio habla. Y es por ello que cada contexto, cada objetivo pedagógico, cada metodología y cada política de centro o de curso determinará, en definitiva, la forma en que se organicen los nuevos entornos de aprendizaje.